
El microneedling es un tratamiento estético en el que se realizan diminutas punciones para así estimular la regeneración y cicatrización de la piel, aumentando así la producción de colágeno y elastina, lo que provoca a su vez, la mejora de imperfecciones cutáneas.
En este artículo te contamos toda la información sobre este tratamiento, el proceso de realización del mismo, sus beneficios, aspectos que hay que tener en cuenta cuándo nos sometemos a este y personas que es recomendable que no se realicen microneedling.
¿Qué es el microneedling?
El microneedling o micropunción es un procedimiento dermatológico mínimamente invasivo en el que se utiliza un dispositivo que contiene microagujas para realizar múltiples micropunciones, controlando mediante este la profundidad de dichas pequeñas incisiones. De esta forma se trata de estimular la respuesta curativa natural cutánea.
¿Cómo es el proceso del microneedling?
En primer lugar, al someterse a un tratamiento de microneedling, se debe limpiar y desinfectar en profundidad la superficie a tratar. Tras ello, se aplica algún cóctel de vitaminas, ácido hialurónico o incluso unas pocas unidades de toxina botulínica, todo ello depende de exactamente lo que queramos conseguir con el tratamiento.
Una vez realizados los pasos anteriores, la piel estaría preparada para comenzar las micropunciones. Para ello, se selecciona la profundidad a la que queremos que penetren las microagujas y ponemos en marcha el dispositivo, deslizándolo sobre la piel y pasando por toda la superficie en movimientos circulares.
Al realizar dichas micropunciones, se generan microlesiones, por lo que la piel entiende que se ha lastimado y pone en acción los mecanismos de autoreparación. Por ello, el objetivo de este tratamiento es que mediante las diminutas punciones de la piel, se active el proceso de curación natural de la piel, provocando la regeneración de las células las cuales provocan el aumento de la producción de colágeno y elastina, lo que da como resultado la disminución de las líneas de expresión, arrugas, la mejora de cicatrices, también mejora la firmeza, tono y textura de la piel.
Principales beneficios del microneedling
Con un tratamiento de microneedling, se consigue combatir varias imperfecciones de la piel en diversas áreas del cuerpo. Por ello, algunos de los principales beneficios de este tratamiento son los siguientes:
- Mejora la firmeza y textura de la piel.
- Suaviza y tonifica la piel.
- Reduce las líneas de expresión y arrugas.
- Iguala el tono de la piel y reduce manchas.
- Disminuye las estrías.
- Mejora el aspecto de las cicatrices, como por ejemplo de acné, varicela o de cirugía.
- Puede realizarse en todo tipo de piel, incluso bronceadas, a diferencia de otros tratamientos estéticos.
¿Qué hay que tener en cuenta cuándo nos sometemos a un tratamiento de microneedling?
Cuando nos sometemos a un tratamiento de microneedling, hay que tener en cuenta ciertos aspectos:
- Se recomienda tomar alimentos que ayudan en el proceso de producción de colágeno, ya que ayudarán a aumentar el efecto. Un ejemplo de ello son las naranjas, los plátanos o los boniatos.
- Es recomendable repetir el tratamiento cada pocos meses.
- Para permitir que la piel se recupere y respire, hasta el día siguiente no se debe aplicar maquillaje en la zona tratada.
- Hay que evitar tomar el sol.
- Lo mejor es acudir a profesionales de estética para realizar el tratamiento, ya que cuentan con los conocimientos y la experiencia necesaria para que el resultado surja el efecto deseado y se reduzcan los riesgos. Pero, en caso de realizar el tratamiento de forma casera, deben seguirse al pie de la letra las instrucciones del fabricante.
Personas que no deben someterse al tratamiento de microneedling
No se recomienda que se aplique el tratamiento de microneedling en:
- Personas con piel altamente sensible, acné o erupciones.
- Personas que tengan infecciones activas como herpes, bacterias, hongos…
- Personas que padezcan colagenopatía.
- Personas que padezcan alguna enfermedad hemorrágica, problemas de coagulación o cicatrización.
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
- Personas con alergia a algún tipo de sustancia infiltrada.
- Alérgicos o sensibilidad a las anestesias.
- Personas con diabetes descompensada o no tratada.