Kobido o «forma tradicional de belleza» es un masaje que ofrece un efecto lifting sin cirugía, pero es, ante todo, una experiencia. Se considera como el tratamiento facial más sofisticado hasta día de hoy, gracias a su gama de técnicas. Tanto es así que las personas que reciben este tratamiento sienten una relajación absoluta en todo su cuerpo. Este tratamiento permite volver a centrarse, reducir el estrés y también potenciar a la persona. Otra de las aplicaciones efectivas que tiene, es la de reducción del envejecimiento.

El Kobido es un masaje completo del rostro, cuello, brazos y escote, y está compuesto por gran variedad de maniobras manuales como: alisado, drenaje, amasamiento, pellizcos etc. Estos movimientos mejoran notablemente la circulación sanguínea y energética, favoreciendo la eliminación de toxinas por el sistema linfático. También tonifican los músculos y liberan el rostro de la tensióm, y el estrés que son los principales factores de la aparición de las arrugas.

El principal objetivo de esta terapia de 40 minutos de mimos es estimular la relajación de los músculos, ayudar a la generación de colágeno y re-oxigenación de la piel.

El primer paso en cabina es limpiar la piel. Para limpiar la piel se emplea un aceite natural que disuelve la suciedad, los restos de maquillaje así como la polución externa. El siguiente paso es realizar una exfoliación muy suave cpn el fin de eliminar la piel muerta. Esto permite que la epidermis pueda respirar con normalidad durante el tratamiento. Tras retirar el exfoliante, se aplica un aceite de almendra o de sésamo para poder realizar el masaje facial en condiciones óptimas. El masaje es totalmente manual. Al finalizar esta técnica, se aplica una mascarilla que va a depender del tipo de piel que posea el paciente y se deja actuar unos 10 minutos. Una vez retirada, se aplica un sérum y una crema hidratante con protección solar.

Un dato curioso que te sorprenderá es que esta técnica japonesa milenaria nació principalmente como un masaje terapéutico para los Samurais en Japón. Se realizaba antes de las batallas y así obtenían un mejor equilibrio en el cuerpo y alma, ayudándolos a su misma vez a enfocar la mente. Se rumorea que gracias al efecto lifting que este masaje proporciona, lograban un aspecto mas duro en el rostro, marcando mas los pómulos para generar temor a sus adversarios. También se les realizaba después de los combates para así aliviar el posible dolor y sanar las heridas.

De acuerdo con los esteticistas que aplican este masaje, resaltan que esta técnica nipona tiene múltiples beneficios y se notarían desde las primeras sesiones.

 

Las principales ventajas de este tratamiento son:
  •  Eliminación del estrés: los movimientos del masaje bien dosificados calman los dolores de cabeza y acaban con la rigidez facial.
  • Estimulación: el ritmo con el que se aplica el masaje equilibra el flujo energético del rostro y tonifica el cuerpo.
  • Relaja contracturas y tensión facial: suaviza y tonifica los músculos profundos del rostro.
  • Combate las arrugas y la flacidez: proporciona una piel mas lucida y joven gracias a la tonificación de los musculos y al aporte de nutrientes por el aumento de la irrigación sanguínea.
  • Suprime las células muertas: este masaje limpia la suciedad que queda en la piel producto del maquillaje y contaminación ambiental.
  • Drenaje: actúa como un masaje linfático favoreciendo la circulación de la linfa.

 

Contraindicaciones del masaje kobido

Este tratamiento no es adecuado para todo el mundo. Aquellas personas que tengan algún tipo de eruipción en la piel a causa de una alergia no deberían recurrir a este tratamiento, puesto que podría ser perjudicial. Tampoco es una terapia que proporcione el mejor resultado en personas con algún tipo de cicatriz interna o externa reciente, ya que el terapeuta deberá evitar la zona de la cara afectada por lo que no se conseguirá un resultado homogéneo.

Para los pacientes que posean una piel excesivamente grasa, acné, eritrosis, o cuperosis,
no está descartado el masaje kobido, pero éste se realizará a un ritmo más lento y con una
presión menos fuerte para evitar acrecentar esos problemas o provocar dolor. Por lo tanto,
serán necesarias más sesiones para obtener todos sus beneficios.

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