La aparición del estrés proviene de un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal. Frente al estrés el cuerpo produce cortisol, que no es más que la hormona del estrés. Esta hormona produce un desequilibrio hormonal que afecta directamente al estado de la piel.

El aumento de niveles de cortisol tras el estrés, puede tener cierta repercusión en el organismo. Todos los trastornos del ánimo, así como las alteraciones del sueño, el estrés o la ansiedad conllevan alteraciones en la piel y también en el cabello.

¿Cómo afecta el estrés a nuestra piel?

El estrés o la tensión nerviosa, produce una reacción inflamatoria en el organismo. Este, influye en la dermis a través de diferentes mecanismos. Cuando vivimos algún momento de nuestra vida que nos hace entrar en un pico alto de estrés y estos se prolongan considerablemente, las glándulas suprarrenales producen la hormona del cortisol en abundancia. Esto también provoca que el cuerpo genere más adrenalina.

El cortisol ordena a nuestro cuerpo que reduzca el flujo sanguíneo hacia los músculos, el corazón, los pulmones y el cerebro, como una respuesta rápida para que podamos efectuar una huida, lucha o parálisis. El gran perjudicado de esta táctica natura que modifica la circulación de la sangre es la piel. Además, el cortisol cambia y resiente el sistema inmunológico, bajando las defensas cutáneas y, a su vez, activando la inflamación. Esta hormona también aumenta los niveles de azúcar en sangre, suprime el sistema digestivo y cuando esto ocurre, es cuando aparecen los efectos negativos en la piel.

Como hemos comentado anteriormente, con el estrés se activa la estimulación de la adrenalina y también de corticoides que es la que aumenta la frecuencia cardíaca, incrementando el suministro de energía y con ello la presión arterial. Todos estos factores efectúan un cambio en la piel.

¿Como se manifiesta en la piel?
  • En la piel se manifiesta con el acné. Aumenta la secreción de sebo obstruyendo los poros y favoreciendo la aparición de granitos. Los lugares más comunes en los que se puede notar es en la frente, la barbilla, y la nariz.
  • La piel sensible sufre el estrés manifestándose más reactiva y vulnerable, cabiendo la posibilidad de aparecer urticaria.
  • El estrés debilita el sistema inmunológico, favoreciendo la aparición de psoriasis. Esto provoca una inflamación, enrojecimiento y aparición de escamas sintiéndose ardor.
  • La dermatitis atópica puede ser otro desencadenante, y sobre todo en las personas que padecen esta patología.
  • AL haber una disminución de los nutrientes de la piel y una relentización del flujo sanguíneo provoca que la piel envejezca prematuramente. Esto se traduce en pérdida de luminosidad, aumento de flacidez y mayor sequedad en la piel.
Consejos para prevenir los efectos del estrés en la piel

La alimentación juega un papel fundamental. Es importante llevar una dieta equilibrada con todos los nutrientes necesarios. Trabajar el bienestar mentar para prevenir el estrés también es fundamental. No obstante, es natural y sano que en ciertas situaciones sintamos estrés, pero se debe evitar que perdure en el tiempo y sobretodo que se haga crónico.

Para impedir que esto suceda, te damos algunos consejos:

  • Practicar ejercicio físico de forma regular
  • Hacer yoga o meditar
  • Usar técnicas de respiración en momentos de estrés
  • Mantener contacto con la naturaleza de forma regular
  • Disfrutar de nuestros hobbies
  • Dedicar un tiempo al cuidado personal
  • Pedir ayuda psicológica en caso de que sea necesario.

 

 

 

 

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