La presencia de silicio orgánico es esencial para el cuerpo humano, pero con el paso de los años, se ve disminuida, por ello, hay que tener en cuenta qué está en nuestra mano para favorecer su generación y por tanto, mejorar nuestro cuerpo en todos los sentidos.

En este artículo te mostramos toda la información acerca del silicio orgánico, su gran importancia y cómo tratar de combatir la disminución del mismo mediante alimentos o suplementos.

 

¿Qué es el silicio orgánico?

El silicio orgánico es un oligoelemento, es decir, una sustancia mineral presente en el cuerpo humano en pequeñas cantidades. Este es indispensable para el bienestar de las personas, ya que participa en la absorción de otros minerales como el calcio y en la regeneración de tejidos como el cartílago entre otros. Por lo tanto, el silicio orgánico juega un papel fundamental en cuanto a mantener una correcta densidad ósea y evitando la inflamación articular. 

En el ámbito de la estética, la importancia de este mineral no se ve disminuida, es más, es esencial de cara a combatir el envejecimiento, la celulitis o las estrías. Además, previene la piel flácida, las uñas quebradizas o la caída del cabello.

 

¿Cuál es su principal función?

La principal función del silicio orgánico es generar ácido hialurónico y colágeno.

Por una parte, el ácido hialurónico, es un componente natural presente en nuestro organismo, especialmente en la piel, articulaciones y cartílagos. Este posee una característica a destacar y es que atrae y retiene agua. Por ello, es muy beneficioso de cara a evitar fricciones en las articulaciones, a reconstituir cartílago y a mantener la piel hidratada, tersa y joven entre otros beneficios.

Por otra parte, el colágeno es una proteína cuya tarea es muy importante, formar fibras a partir de las cuales se crean las estructuras del organismo, manteniéndolas así unidas, es decir, su función es juntar los tejidos conectivos (piel, músculos, cartílagos, ligamentos…) actuando así como un elemento de sostén para mantener unido el cuerpo humano. Es el agente responsable de la firmeza, elasticidad e hidratación. Por ello, es el causante de mantener un aspecto de la piel tersa y suave o evitar la caída del cabello, dos aspectos necesarios para mantener una apariencia joven y saludable.

 

El silicio orgánico y el paso de los años

Con el paso de los años, especialmente a partir de los 35-40, los depósitos en el organismo de silicio orgánico se ven reducidos, aumentando así el riesgo de déficit y afectando directamente a la capacidad para formar colágeno. Es más, se calcula que a los 40 años, el organismo reduce a la mitad la producción de colágeno respecto a la época adolescente.

Todo ello tiene un gran impacto en nuestra estética y apariencia física, afectando negativamente a esta y por tanto, haciendo más notables síntomas típicos de la vejez como: pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel apareciendo así arrugas y piel flácida, rotura de uñas con mayor facilidad o caída del cabello.

 

¿Cómo evitar la deficiencia de silicio?

La carencia de silicio orgánico se puede corregir mediante una buena alimentación, consumiendo alimentos con silicio o a través de una suplementación.

Lo podemos encontrar en productos vegetales frescos, los cuales poseen altos niveles de este micronutriente.

Los cereales integrales (avena, trigo, cebada, centeno…) son una de las fuentes más ricas en silicio.

También está presente en las frutas cítricas, las manzanas, fresas, plátanos, cerezas, uvas, aguacate entre otras. Eso sí, debes lavarlas bien primero y es aconsejable comerlas con piel siempre que sea posible para aprovecharlas al máximo.

Además, también son alimentos ricos en silicio otras fuentes vegetales como las hortalizas (sobre todo las patatas), las verduras (espinacas, alcachofas, acelgas…), los frutos secos (nueces, almendras…), las semillas, las legumbres, el perejil, las algas o la soja.

 

Silicio orgánico: suplementos y estética

Por si el consumo de alimentos ricos en este mineral no es suficiente, existen suplementos de silicio orgánico que están disponibles en cápsulas, en solución oral e inyectadas.

En la estética, se presenta en forma de ampollas y en la creación de productos dermofarmacéuticos. Este mineral actúa como un agente activo encargado de la reestructuración de las membranas celulares, fortaleciendo así a las células de la piel, aumentando su resistencia contra los radicales libres (átomos naturales que se forman debido a la radiación ultravioleta y contaminación entre otros agentes, los cuales pueden dañar a las estructuras celulares de nuestro cuerpo) y, por ende, todo ello retrasa el envejecimiento. La combinación de moléculas de silicio con proteínas y mucopolisacáridos, crea una especie de tejido que retiene agua, favoreciendo así la piel hidratada y beneficiando a su vez a la salud.

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