Melatonina.

La melatonina: Colágeno, ácido hialurónico, vitamina C, resveratrol…. Nos suenan y mucho estos términos si somos lectores habituales de noticias relacionadas con la imagen, el cuidado personal y, en definitiva, la belleza.

En esta lista de súper sustancias falta, sin embargo, otra que siempre aparece asociada al sueño y que no debería faltar en la lista de herramientas del arsenal médico destinado al anti envejecimiento.

Hablamos de la melatonina, una poderosa molécula que producimos de manera natural, participa en los procesos de antiaging internos. Nos cuida por dentro, lo que tiene, a su vez, un claro reflejo en nuestra imagen externa.

¿Cómo obtener, entonces, de manera natural esta fuente de salud y belleza? De una forma sencilla, pero no tanto, teniendo en cuenta el actual estilo de vida y el estrés. La melatonina se consigue con una correcta higiene del sueño y, para el miembro de la Sociedad Española de Antienvejecimiento, la clave es también sencilla. Hay que cuidar el entorno de descanso, pero, por encima de todo, procurar que esté oscuro. Por decirlo en sus propias palabras “existe una proteína que le da el color rojo a la sangre, y que se activa cuando nos vamos a dormir, siempre cuando exista el ambiente adecuado, basado en la oscuridad del lugar.

Su función.

Entra en juego aquí la función por la que la melatonina es más conocida: la de regular nuestro sueño. El problema es que con los años la producimos menos y dormimos peor, con lo que podemos entrar en un círculo vicioso.

De ahí al insomnio hay apenas un paso, la importancia del sueño en nuestra salud es radical e incluye en los efectos de una noche sin dormir la posibilidad de “hacerse tan resistente a la insulina como un diabético tipo 2”. Aumenta el estrés, empeora nuestra salud mental, nuestro aspecto físico, por no hablar de los estudios recientes que investigan la asociación de enfermedades como el Alzehimer con dormir poco y mal.

La solución pasa por suplementación con fines antiaging, que “se debe iniciar desde el momento en que se comience el declive biológico, a mediados de la treintena, sobre todo en personas que llevan un estilo de vida tóxico y desordenado, en el que domina principalmente el estrés”.

Efectos

La melatonia, además, no presenta efectos secundarios ni problemas asociados de adicción, como ocurre, en algunos casos, sobre todo si se toman sin control, con los benzodiacepinas.

¿Más, menos horas? Vamos a los orígenes, cuando los seres humanos éramos cazadores recolectores y nos acostábamos al caer el sol. Nos levantábamos, asimismo, cuando el astro se asomaba por el horizonte.

Nuestros ancestros, como todos los demás seres vivientes, explica, estaban sintonizados, no sólo con el cambio de estaciones, sino también con el ciclo día-noche. Teníamos períodos importantes de ocio y descanso, y dormíamos. Esto es lo que se espera de nuestra información genética cuando venimos al mundo, pero hoy en día le enviamos señales muy distintas.

Esas señales son los dispositivos electrónicos, las cenas pesadas y tardías, la contaminación acústica y el exceso de estimulantes. Pero, sobre todo, la luz de la habitación. en este aspecto y aconseja oscuridad total. Eso excluye la luz de relojes, televisiones y de todos los aparatos electrónicos en general.

Si ya en la cama nos cuesta conciliar el sueño, un buen método al que podemos acudir para no sobrecargarnos mentalmente con los problemas diarios son los ejercicios de concentración relacionados con el mindfulness.

Finalmente, una hora antes de cerrar los ojos, ambiente tranquilo, luz tenue y música relajante. A descansar.

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