EXPOSICIÓN SOLAR: TODO LO QUE DEBES SABER.

Con la llegada del verano y de los primeros rayos de sol vuelven las dudas recurrentes sobre la protección solar. ¿Es necesario aplicar crema solar todos los días o solo cuando voy a “tomar el sol”? ¿Qué protección solar es la más adecuada para mí? Si está nublado, ¿también tengo que protegerme? ¿Puedo aprovechar las cremas solares del año pasado?

Y es que, aunque siempre es una alegría que los días se alarguen, hay que ser precavidos y responsables incluso ante la mínima exposición, ya que unos malos hábitos y rutinas pueden tener graves consecuencias tanto para nuestra piel como para nuestra salud. El sol tiene muchos beneficios, pero también múltiples riesgos. Por eso, cuanta más información se disponga al respecto, más fácil será tomar las decisiones adecuadas. ¿Comenzamos?

  1. ¿Aplicar protector solar todos los días evita que mi cuerpo sintetice la vitamina D?

    La OMS recomienda, en los países del hemisferio norte, una exposición solar de 10-15 minutos tres veces a la semana, para asegurar el aporte necesario de Vitamina D, tiempo que la mayoría de nosotros cumplimos con creces solamente al desarrollar nuestra actividad diaria al aire libre. Si te aplicas protección solar todos los días evitarás los efectos nocivos de la sobreexposición solar pero no impedirás que tu cuerpo absorba la radiación necesaria para sintetizar esta vitamina tan esencial. Es importante recordar que no existe ninguna protección solar que proteja al 100%, de modo que siempre va a haber una cierta absorción de radiación.

  2. Ya estoy bronceada, ¿necesito usar protector solar?

    Por supuesto. El bronceado es una respuesta natural de defensa del organismo frente a la agresión que supone la radiación solar. Aunque una piel bronceada es más resistente frente al sol, no implica una defensa total. A pesar de que la piel esté bronceada puede dañarse y quemarse con una exposición solar prolongada de manera que no hay que olvidar protegerse, aunque la piel ya tenga un buen bronceado.

  3. ¿Un FPS alto protege más que un FPS bajo?

    En realidad, no protege más sino durante más tiempo. A nivel de protección, los FPS altos bloquean prácticamente el mismo tanto por ciento de radiación solar que los FPS más bajos. La diferencia radica, no tanto en cuanta radiación solar bloquean, sino en cuánto tiempo perdura la protección de forma que podamos exponernos al sol sin que se produzca eritema.

  4. Si estoy todo el rato bajo la sombrilla, ¿debo utilizar protección solar?

    Sí, sí y sí. Aunque la sombrilla bloquee parte de la radiación solar que recibe la piel directamente nunca actuará como un filtro UV. Además, no hay que olvidar la radiación solar difusa, es decir, aquella que la arena refleja, de manera que si no se aplica protección solar la piel seguirá estará expuesta de forma indirecta y no menos peligrosa.

  5. ¿Si utilizo un factor de protección alto me broncearé?

    Sí rotundo. Como decíamos antes, no existe una protección solar en el mercado que ofrezca un bloqueo total de la radiación, de manera que aunque apliquemos una crema solar la piel siempre estará expuesta a algo de radiación y por tanto se bronceará. Es cierto que lo hará de manera más lenta, pero también mucho más segura evitando así las peligrosas quemaduras solares.

  6. ¿Necesito utilizar protección solar si está nublado?

    Otro rotundo sí. Los días nublados son igual de peligrosos que los días en los que luce un sol de escándalo. Cuando el cielo está cubierto, las nubes absorben parte de la luz, pero no toda la radiación ultravioleta. Hay una parte importantísima que consigue traspasar la barrera de las nubes que se debe tener muy en cuenta. De hecho, los días nublados, al no tener la misma sensación calorífica de los días soleados sobre la piel, hacen que las exposiciones solares sean más cómodas con lo que se suele bajar la guardia y se tiende a sobreexponerse al sol pudiendo llegar incluso a quemarnos.

  7. ¿Puedo utilizar las cremas solares que me sobraron la temporada anterior?

    No se debería. Por norma general, los productos solares suelen tener un periodo de validez de 12 meses una vez abiertos. Esto significa que, tras el primer uso, el producto es capaz de mantener su integridad y efectividad durante ese período. Más allá de ese tiempo, es más que probable que, aunque el producto a simple vista esté en perfectas condiciones, sus filtros hayan perdido efectividad y no protejan como se supone que deberían hacerlo. Así que, una vez finalizada la temporada estival, hay que asegurarse de que acabas todos tus protectores solares, por ejemplo, dándoles uso como productos de uso diario.

 

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