La piel es el órgano que recubre toda la superficie corporal incluyendo los orificios de las mucosas. La superficie de la piel oscila entre 1,5 y 2m2 su grosor varía entre 1,5 y 4 mm. La piel está constituida por tres capas, que de la más externa a la más profunda son: la epidermis, la dermis e hipodermis.

También forman parte de la piel los anejos cutáneos, los folículos pilosos, las glándulas sebáceas, las glándulas ecrinas, las glándulas apocrinas y las uñas, los vasos sanguíneos y linfáticos, los nervios y los músculos erectores del pelo. La epidermis está constituida por un epitelio plano poli-estratificado y su característica principal es formar queratina.

La piel sana es aquella que está libre de procesos patológicos, dentro de la piel sana existen muchas pieles normales que dependen del fototipo y de la edad de la persona. Los cuidados que requieren cada tipo de piel variarán en función de la edad del sujeto.

La exposición a la radiación solar puede producir, en el ser humano, efectos agudos y crónicos en la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunitario. Es frecuente la creencia, equivocada, de que sólo las personas de piel clara deben preocuparse por la sobreexposición al sol. Las pieles más oscuras contienen más melanina protectora y la incidencia de cáncer de piel es menor en personas con este tipo de piel. Sin embargo, se producen casos de cáncer de piel en estas personas y, por desgracia, estos cánceres a menudo se detectan en estadios más avanzados y peligrosos.

EFECTOS NOCIVOS

Entre los principales efectos nocivos del sol en la salud de la piel encontramos las quemaduras solares, bronceado y envejecimiento de la piel; el efecto agudo más conocido de la exposición excesiva a la radiación UV es el eritema, el familiar enrojecimiento de la piel que se conoce como quemadura solar. Además, la mayoría de las personas adquirirán un bronceado como resultado de la estimulación de la producción de melanina que tiene lugar tras unos pocos días de exposición a la radiación UV. Otro efecto de adaptación menos evidente es el engrosamiento de las capas más externas de la piel, que atenúa la penetración de la radiación UV a las capas más profundas. Ambos efectos son señal de que la piel ha sufrido daños.

Una de las patologías mas temidas producidas por los efectos de las radiaciones solares son los cánceres de piel no melánicos; los cánceres de piel no melánicos (CPNM) comprenden los carcinomas de células basales y los carcinomas de células escamosas. Aunque raramente son mortales, el tratamiento quirúrgico es doloroso y a menudo desfigurante. Es difícil determinar la evolución en el tiempo de la incidencia de los CPNM porque no se ha logrado un registro fiable de estos tipos de cáncer.

El melanoma maligno (MM), aunque mucho menos frecuente que los CPNM, es la principal causa de muerte por cáncer de piel y su notificación y diagnóstico correcto es más probable que en los CPNM. Desde comienzos de los años setenta, la incidencia de MM ha aumentado significativamente; por ejemplo, en los Estados Unidos ha aumentado por término medio un 4% anual. Numerosos estudios indican que existe una asociación estadística entre el riesgo de MM y características genéticas y personales, así como con los hábitos personales de exposición a la radiación UV

RECOMENDACIONES BÁSICAS SOBRE FOTOPROTECCIÓN SOLAR.
  • Reduzca la exposición durante las horas centrales del día.
  • Busque la sombra.
  • Utilice prendas de protección.
  • Póngase un sombrero de ala ancha para proteger los ojos, la cara y el cuello.
  • Protéjase los ojos con gafas de sol con diseño envolvente o con paneles laterales.
  • Utilice crema de protección solar de amplio espectro, con un factor de protección solar (FPS)15+, en abundancia y cuantas veces la necesite.
  • Evite las camas solares.
  • Es particularmente importante proteger a los bebés y niños de corta edad.

 

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