Los hombres apuestan cada vez más por la medicina estética y, sobre todo, por los tratamientos en los que se emplea bótox y ácido hialurónico, ya que estos materiales logran rejuvenecer y acentuar la masculinidad de sus facciones, de modo completamente natural. Eso sí, para que los resultados sean óptimos, estas sustancias se han de manejar teniendo en cuenta las peculiaridades de la piel y de la anatomía facial masculina.  

Cada vez más hombres se interesan por los tratamientos médicos que les permiten borrar los signos de la edad, verse más atractivos y dotar a sus facciones un aspecto más varonil. La respuesta a esta demanda llega, en muchas ocasiones, de la mano del bótox y el ácido hialurónico, que en el caso del varón exigen un modus operandi específico. 

BÓTOX
Ellos necesitan doble dosis

Los músculos en el varón son más grandes y fuertes, lo que significa que hay que intensificar esfuerzos para atenuar su actividad. Eso se traduce en la necesidad de emplear una dosis mayor de toxina botulínica, que incluso puede duplicar a la que normalmente se precisa para realizar el mismo tipo de correcciones en una mujer. 

Respecto al empleo del bótox para atenuar las arrugas de expresión en frente y entrecejo, uno de sus usos estéticos más comunes, la técnica de inyección es diferente que en el caso de la mujer, ya que se ha de evitar elevar las cejas porque eso resta virilidad al rostro. 

ÁCIDO HIALURÓNICO 
Subrayar la masculinidad

Este relleno intradémico se emplea de manera específica en el hombre para marcar la mandíbula, rasgo inequívoco de masculinidad; remodelar la nariz: disimular gibas, corregir tabiques desviados, elevar la punta e incluso ensanchar la nariz, para darle un aspecto más masculino; rejuvenecer el tercio medio del rostro, y aumentar los labios, un retoque que solicitan  jóvenes menores de 25 años y deportistas que buscan el efecto pro-hidratación asociado al ácido hialurónico.

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