Cada vez son más los agresores medioambientales presentes en nuestro día a día. Hemos pasado de vivir con los rayos UVA y UVB, a convivir también con la polución, la luz azul y la radiación infrarroja. Los agresores medioambientales provocan un gran daño porque favorecen la dispersión de los radicales libres, que repercuten directamente en nuestro organismo y, por tanto, en nuestra piel.

Los agresores medioambientales en la piel

POLUCIÓN. Según la organización mundial de la salud (OMS) el 92% de la población vive en ambientes una deficiente calidad del aire. La polución está compuesta por gases y partículas más pequeñas que penetran en la piel creando radicales libres que acaban dañándola. Cosa que se traduce en un aumento de alteraciones cutáneas.

LUZ AZUL (ondas de 400 – 600nm). La luz azul proviene en un 60% de la exposición a las pantallas de nuestros dispositivos, tales como móviles y ordenadores, y en un 40% de la exposición solar. La luz azul tiene sus ventajas: nos despierta, nos ayuda a combatir la depresión y trata infecciones como el acné. Pero al mismo tiempo, daña nuestra piel, nuestros ojos y es una fuente de radicales libres.

RADIACIÓN INFRARROJA (sobre 700 nm). La radiación infrarroja, junto al espectro visual, calienta la tierra y se manifiesta en nuestro día a día porque es la responsable de nuestra sensación térmica. No obstante su gran capacidad para penetrar en las capas más profundas de la piel acaba fomentando los radicales libres que la acaban dañando.

Los agresores medioambientales tales como los rayos UVB y UBA, la polución, la luz azul y la radiación infrarroja incrementan el daño provocado por radicales libres, siendo una causa directa del envejecimiento prematuro de las células cutáneas.

Antioxidantes para combatir a los radicales libres
Los radicales libres son producidos en cantidades moderadas por nuestro cuerpo. De hecho, internamente disponemos de mecanismos y sistemas de defensa para neutralizarlos. El problema llega cuando hay un exceso de ellos, provocado mayoritariamente por los agresores externos. Y aquí es donde entra el papel de los antioxidantes, los grandes neutralizadores de radicales libres capaces de inhibir la oxidación
causada por ellos.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)